Desentrañar algo tan etéreo…
Es el viento que alienta a crear, a dejarte llevar por la energía de un ímpetu alejado de lo racional. A perderte en un caos que con la experiencia conviertes en tu propio orden y estilo.
Es un viento cálido que te eleva alto, por lo que hay que tener valor para despegar. Miedo…sí, mucho. Pero con el tiempo aprendes a bailar con las corrientes.
Es un viento que te abraza, te embruja, y te despega de la circunstancia real, en la que uno no termina de estar cómodo. Tras ese pánico inicial, sientes que por fin fluyes en lo esencial. Abandonando pensamientos superfluos, y dando paso a la intuición como inspiradora de tu método.
Tras la entrega se descubren los encuentros que el alma anhelaba. Porque la Inspiración es un aliento que te viene a rescatar de tentaciones, y recordarte que de allí venimos, y que allí iremos. Del amor. Por eso cada encuentro es un foco de emoción.